Las Mujeres y los genes de la abuela

Pese a que muchas veces no se parezcan nada físicamente entre ellas, el estudio asegura que psicológicamente tienen mucho en común.
Un ensayo del chileno Alejandro Jodorowsky, respaldado por una investigación del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, con sede en Carolina del Norte, Estados Unidos, asegura que las mujeres heredan su información genética y el temperamento de sus abuelas maternas.
En su libro titulado “Metagenealogía: autodescubrimiento a través del psicomágico y el árbol familiar”, Jodorowsky ahonda en la influencia genética que las abuelas maternas tienen en sus nietas. De acuerdo a la teoría del chileno, los genes que reciben en el vientre de la madre provienen directamente de sus abuelas.
En esta línea, una investigación publicada por el Instituto Nacional de Ciencias Ambientales, que estudió las contribuciones genéticas de los abuelos para detectar tempranamente las enfermedades hereditarias, pudo observar cómo los óvulos transmiten mayor carga genética y la información mitocondrial de abuelas maternas a nietas. Y, pese a que muchas veces las nietas no se parecen nada físicamente a sus abuelas maternas, el estudio asegura que psicológicamente tienen mucho en común. Además, afirma que a la larga los nietos adoptan ciertos comportamientos y el temperamento de esa parte de la familia.
La teoría de Jodorowsky asevera que desde que una mujer concibe un feto hembra, ya contiene gran cantidad de ovocitos que serán liberados en óvulos en la vida adulta (es sabido que el feto empieza a fabricar óvulos desde las nueve semanas de gestación), de aquí se transmiten los valores genéticos de generación en generación por el lado femenino, siendo siempre la abuela materna la que le transmite a sus nietas la herencia biológica.
Además, el ensayista se anima a arriesgar que aquellas emociones que sufrió su abuela cuando estaba embarazada también traspasan (pueden seguir activas en el ADN) una generación y pueden llegar a las nietas.
Otro estudio, a cargo de científicos de la Universidad de Cambridge, que también investigó el vínculo entre la abuela materna y sus nietos, reveló que esta conexión genética ocurre debido al cromosoma X. “Las abuelas maternas pasarán el 25% de sus cromosomas X a todos sus nietos, lo que les permitirá heredar sus genes”, aseguran los autores en sus conclusiones.

El orden entre padres e hijos / La balanza de la justicia

A veces los padres intentan que sus hijos llenen sus carencias y vacío y les den amor.

Es contra natura que un padre o una madre pretendan el amor de sus hijos, no es el orden natural de los sistemas familiares, del mismo modo que un jardinero no puede pretender que sus plantas le rieguen y le cuiden a él.

El mayor es siempre el que nutre y cuida al pequeño, los padres cuidan y nutren a sus hijos. Si no lo hacen, incurren en deuda grave.

Y si no recibieron de sus padres la debida nutrición para ser amorosos, mala suerte, pero sus hijos no están para darles eso que no tuvieron y que a ellos les faltó.

Otro tema relativo a las Lealtades es que la vida del individuo no es importante con respecto al sistema, aunque creamos que sí. Nuestra vida no importa, importa el colectivo… y cuanto antes nos demos cuenta de esto, antes dejaremos de hacer daño y hacernos daño.

Se puede vivir una vida individual e independiente muy saludable si estamos en armonía con el sistema en que vivimos, pues pertenecemos a él.
REGLA DE DEUDA

Lo que una generación deja sin resolver, será la siguiente la que inocente e inconscientemente, trate de resolverlo; así queda atrapada en temas o asuntos que no son en realidad su responsabilidad. Existe una transmisión transgeneracional de los problemas familiares que a veces crean una cadena de destinos difíciles o trágicos.

Los asuntos no resueltos de los sistemas familiares en generaciones anteriores y las injusticias cometidas dentro y fuera del sistema familiar pueden inconscientemente, afectar la vida de las familias manifestándose en alguno o varios miembros del sistema, enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, dificultad para encontrar pareja, para prosperar, comportamientos conflictivos, etcétera.

Ejemplos de lealtades:

Un hombre adúltero, maltrata y humilla a su mujer y alguien tendrá que pagar por ello. Posiblemente un nieto o descendiente llevará una vida de infelicidad o sufrirá adulterios y humillaciones constantes de las mujeres y parejas, para compensar el maltrato que su ancestro realizó a la abuela y a otras mujeres.

Por ejemplo, tengo comprobado que cuando el abuelo ha sido infiel, suele ser un nieto el que paga por ello de distintas formas y modos, a veces incluso con su propia vida si el daño causado fue muy grande. Lo usual es una enfermedad crónica.

Cuando un miembro de la familia sacrifica sus intereses y posibilidades personales por otro o por el bien de la familia, se siente con derecho a ser retribuido por ese sacrificio y esperará que se le reconozca. Si esa deuda no es pagada por la generación que ha sido favorecida por éste sacrificio, a menudo se requiere que la siguiente generación liquide la deuda de algún modo o si no la siguiente.

Mi experiencia me dice que , dado que somos ignorantes, inconscientes y bastante egoícos y egoístas, rara vez paga la deuda aquel que la contrajo, rara vez el verdugo repara su acción directamente, son otros quienes reparan, casi siempre es un descendiente, un sucesor el que lleva la carga que el ancestro, en su inconsciencia y falta de amor por sus semejantes, no supo afrontar ni resolver para evitar que otro cargara con lo suyo. Pero pagarse, las cuentas siempre se pagan.
SIEMPRE.

BALANZA DE JUSTICIA

Por ejemplo. Un niño nace como consecuencia de la muerte de otro. La madre se empeñó en quedarse embarazada y luego se arrepiente y aborta prematuramente de forma consciente o inconsciente. Pocos años después tiene otro hijo (e incluso le pone el mismo nombre o parecido, que le hubiera puesto al hijo que no llegó a nacer).

Este segundo niño, que sÍ ha nacido, pagará por ello toda su vida…. pues él vive gracias a la muerte de su hermano no nacido.

Posiblemente sea muy leal, de forma inconsciente, a su hermano muerto y siempre sienta que le falta algo, que no está completo…elementos como la melancolía, la tristeza o conductas autodestructivas que le harán mucho daño, pues nota inconscientemente que no tiene derecho a la vida… ¿Qué derecho tengo yo a vivir si otro murió para que yo naciera?

Y si el no paga la deuda, sus descendientes lo harán.

Todas las mentiras y ocultaciones, resurgirán para ser resueltas.

Asesinatos, robos, faltas graves de respeto a nuestros semejantes…todo reaparece y alguien ha de resolverlo.

OTRO EJEMPLO:

Alguien hereda o recibe un gran legado debido a la muerte prematura e injusta, el alejamiento o la expulsión del sistema familiar de otro miembro del clan.

Él ha de pagar por algo que ha recibido sin merecerlo, a costa de lo que le han quitado a otros. Y si no lo hace, los suyos, sus descendientes, tendrán que hacerlo en su lugar.

Insisto, todo se paga, todo se compensa, todo se equilibra dentro del sistema.

De manera inconsciente, el sistema familiar tenderá a restaurar la justicia dentro del mismo, de tal modo que mucho de lo que nos pasa, quizá no es nuestro, aunque sí que es nuestra responsabilidad resolverlo con el mayor amor posible, lo cual, no siempre es fácil.

Las imágenes internas, la preocupación

Quiero decir algo sobre las imágenes internas, las imágenes internas que nos hacemos sobre otras personas. Empiezo con las imágenes que nos hacemos sobre nuestra madre y sobre nuestro padre. Todas estas imágenes están atadas a un movimiento de sentimientos internos. Esas imágenes están hechas para justificar algo. Ahora diré algo muy explosivo. ¿Qué queremos alcanzar con esas imágenes internas? ¿Cuál es el verdadero objetivo de estas imágenes? Con la ayuda de ellas, nos queremos deshacer de nuestro padre y de nuestra madre.

¿No es esto increíble, lo que desencadenamos con esto y al final, ¡qué pérdida! Sí, pero ahí no acaba. Más adelante nos encontramos con una pareja y estamos felices, por un tiempo. Luego, empezamos a hacernos una imagen de la pareja y esta imagen, nuevamente, está ligada a sentimientos determinados. ¿Para qué nos fabricamos estas imágenes? Con la ayuda de ellas, queremos deshacernos de nuestra pareja. Esas imágenes tienen efectos: alcanzan su meta. Cuando lo logran, separándonos de nuestra pareja, o ella de nosotros, ¿tenemos la oportunidad de una nueva pareja, o acaso estas imágenes se oponen de entrada a la nueva pareja, de tal modo que nos hemos deshecho e ella antes mismo de tenerla?

¿Dónde se encuentra la solución? En el otro nivel, donde cada quien es igual de bueno, igual de amado. Entonces, llegamos a un movimiento de corazón puro, sin imágenes. ¿Cuál es el efecto de ese corazón puro? Está en sintonía con un movimiento divino que dice: yo hago todo nuevo.

Hay personas presentes que tienen deseos específicos. Se preocupan por un hijo, o sus padres, o por otra persona. ¿Qué pasa con la preocupación? Es una imagen. Nos imaginamos lo que una persona necesita. ¿Qué hacemos con esa persona? Intervenimos en su destino porque tenemos la imagen de que lo que le sucede es algo terrible. ¿Cuál es el trasfondo de la preocupación? ¿Qué hago con esa preocupación? ¿Qué le provoco al otro con ella? Vuelvo a repetirlo con fuerza y determinación: con nuestra preocupación, queremos deshacernos de esa persona.

La preocupación aparece como una imagen de amor pero es el rechazo más fuerte que se pueda tener hacia el otro. ¿Cómo aprendemos a manejar esa situación de buena manera?

Esta mañana, tuvimos un ejemplo al respecto. Además, hicimos una meditación. Vuelvo a señalar los detalles. Había una mujer y frente a ella, dos representantes: una para la vida y otra para la muerte. No sabíamos quién representaba a quién. Ambas fueron guiadas a juntarse por un movimiento del espíritu, igual hacia las dos. No pudimos distinguir quién representaba la vida de quién representaba la muerte. Ambas eran una unidad. Y la mujer se conecto con ambas al mismo tiempo. ¿Cuál fue el resultado? Algo más grande que la vida y la muerte.

Luego hicimos la meditación sobre la vida y la muerte frente a nosotros. Como las representantes, nos dejamos guiar por un movimiento del espíritu.

Cerrad los ojos.

Nos imaginamos a dos personas ante nosotros. Una para la vida y otra para la muerte. Pero no sabemos quién representa a quién. Nos exponemos a las dos en la misma medida y esperamos.

(Silencio)

Esperamos hasta que nosotros y las otras dos nos veamos abarcados por un movimiento y lo acompañamos, siempre todos somos acogidos por un movimiento que nos mueve.

Eso es andar con el espíritu. O más bien, el espíritu nos permite andar con él y esto nos lleva a unas dimensiones increíbles.

¿Quedó claro el trasfondo, el movimiento?

Cerrad los ojos

¿En qué queremos poner la atención, ahora?

Hay una persona por la cual nos preocupamos: un hijo, una pareja, el padre o la madre, un hijo discapacitado. Interiormente la miramos: la colocamos en el alma. Frente a ella, se encuentran la vida y la muerte. Nos mantenemos en la reserva y dejamos que un movimiento se pueda desarrollar por sí sólo, más allá de nuestros miedos y deseos.

¿Cómo os ha ido?

Es un cambio, un cambio total. De nuevo, un ejemplo para acabar con la psicoterapia… Todo tiene su momento y todo tiene su fin.

Quiero ahora trabajar en detalle con alguien que se preocupa, por un hijo por ejemplo.

Cliente: nuestro hijo no toca, no abraza a nadie en la familia. Desde los siete años, tiene picores en el cuerpo, todos los días.

Hellinger: ¿su edad?

Cliente: 18 años

Hellinger: La pregunta aquí sería: ¿qué no está permitido, qué es lo adecuado, qué le ayuda al hijo para ir su camino, qué le ayuda a liberarse de algo que le impide andar su camino? ¿Estás de acuerdo?

Mi mirada va totalmente hacia el hijo, sólo al hijo y lo veo muy alejado de mí, no me acerco a él. Si el hijo se encontrara aquí, se podría sentir seguro de mí, en todos los sentidos. Estoy a su servicio, sólo a su servicio.

¿De acuerdo con esto? ¿Tu corazón también va en esa dirección?

Hellinger busca un representante: ¿habéis visto lo que hice? Me dejé llevar, sin saber adónde.

Tú eres el hijo y vamos a andar contigo hacia donde se encamina la dirección.

Realiza una Constelación multidimensional (Hellinger elige un gran número de personas, no se sabe quién o qué son, cada uno se deja llevar por su movimiento, Hellinger no interviene).

Diré algo acerca de la profundidad.

La profundidad es insondable. Todo lo grande es insondable. Los secretos de la vida son insondables. Algo surgió a la luz aquí, en todo sentido insondable.

Ahora, es importante que lo reconozcamos, sin preguntar, sin querer saber. Es importante que aquí, todos protejamos la profundidad, que lo dejemos así tal como fue. Todo intento de querer comprenderlo tiene como efecto que se retire hacia la profundidad.

Todos lo respetamos, sin hacer preguntas internas y dejamos a los representantes de esta constelación en paz. Mantenemos una distancia total. Entonces, estos movimientos seguirán y tendrán efecto.

¡Te van a esperar algunas sorpresas en casa! Te deseo lo mejor.

Bert Hellinger, Barcelona, septiembre de 2009

La rabia

La rabia se manifiesta de diferentes maneras, útil o devastadora, fuerte o débil. Aquí se presentan algunos de estos aspectos bajo la lupa.

1. Alguien me ataca o me causa una injusticia y reacciono en función de ello con cólera y rabia. Esta rabia hace posible que me defienda con fuerzas o que me oponga. Me hace capaz de manejar la situación, es positiva y me fortalece. Esta rabia viene al caso y por esto tiene medida. Se disuelve en cuanto alcanza su meta.

2. Me pongo rabioso y enfadado cuando me doy cuenta que no he tomado lo que habría podido o tenido que tomar, o que no he reclamado lo que habría podido o tenido que reclamar, o que no he rogado por lo que habría podido o tenido que rogar. En vez de hacer frente y buscar o tomar lo que me hace falta, me enfado y me pongo rabioso con las personas de las cuales no he tomado o reclamado o rogado cuando lo habría podido o tenido que hacer.
Esta rabia es un sustituto para la acción y la consecuencia de una dimisión. Ella me paraliza, me hace sentir inapto y débil y perdura durante mucho tiempo.
Del mismo modo, esta rabia actúa como defensa contra el amor. En lugar de exteriorizar mi amor, me vuelco hacia los que quiero con rabia. Ella se origina en la niñez, cuando surge como consecuencia de un movimiento interrumpido. En situaciones similares posteriores, trae el recuerdo de lo anterior y de ello tira su fuerza.

3. Estoy enfadado con alguien porque le he hecho algo de daño y no lo quiero admitir. Con esta rabia me protejo de los efectos de la culpa. Los proyecto sobre el otro. Esta rabia también es un sustituto para la acción. Me paraliza y me debilita.

4. Alguien me da tanto y en cantidad tan grande que no se lo puedo devolver. Sólo me queda el peso de ello. Entonces me defiendo del donante y sus dones enfadándome con él. Este enfado se expresa en forma de reproches, por ejemplo de los niños hacia sus padres.
Es el sustituto para el tomar y dar las gracias. Nos paraliza y nos deja vacíos.
O talvez se manifiesta como depresión. La depresión es la otra cara del reproche. Es también un sustituto para el tomar, el dar y el agradecer. Nos inmoviliza y nos vacía. Nos mantiene, después de una separación, en un duelo sin terminar, cuando aún nos sentimos en deuda en el dar y tomar, frente a los muertos o a los que se han separado de nosotros. Puede también que nos sintamos, como en la 3ª forma de la rabia, presos de nuestra culpa y sus consecuencias.

5. Algunos sienten una rabia que pertenece a otros pero que hacen suya.
Un ejemplo sería : cuando en un grupo un participante reprime su propia rabia, al cabo de un tiempo otro participante se siente fastidiado, a menudo el más débil, que a la base no tiene motivo para serlo.
En familia, el elemento más débil es un niño. Cuando una madre está encrespada con el padre pero no lo deja entrever, casi siempre un niño se enoja con él.
El más débil no sólo se hace cargo de la rabia sino que a veces la rabia lo toma como blanco: cuando un subordinado siente ira hacia su superior sin poder exteriorizarla, la vuelca hacia otro más vulnerable. O cuando un hombre se pone rabioso con su mujer sin dejarlo aparecer, a menudo carga a su hijo con ello.
No sólo puede transferirse la rabia de un individuo para otro, como de padre a hijo, sino que también puede que el destinatario sea un representante para el verdadero destinatario, es decir que este papel es desplazado de una persona con fuerza a otra más frágil. Con lo cual, una hija que se hace cargo de la rabia de su madre hacia su padre, dirige esta rabia contra alguien que percibe como más vulnerable que su padre, por ejemplo su propio marido.
En grupos se nota que la rabia transferida no se dirige a los responsable como lo sería el jefe del grupo, sino que recae sobre el más débil que, de esta forma, asume el rol de víctima expiatoria de los fuertes. En las transferencias de rabia, los actores se sitúan fuera de si mismos, siendo presuntuosos y sintiéndose en su derecho. Pero actúan desde una fuente de energía y de derecho que les es ajena y que no les permite ni el éxito ni la fuerza. Las víctimas de las transferencias se sienten por igual presuntuosas y en su derecho porque saben que sufren una injusticia. Ellas igualmente quedan sin fuerzas y sin éxito en su dolor.

6. Existe una cólera que es virtud y valentía.
Es una fuerza de penetración atenta y recogida, al servicio de la miseria y de la necesidad que, con osadía y sabiduría se enfrenta a los poderosos y a los que ejercen mucho peso. Sin embargo esta cólera es sin emoción. Si lo requiere la situación, actúa provocando daño al otro, sin temor y sin maldad. Es pura energía agresiva. Es el fruto de una larga disciplina y práctica y surge no obstante sin esfuerzo. Se expresa incluso como capacidad para negociar estratégicamente.

Comer y vomitar (Bulimia)

Cuando un anoréxico va mejor a menudo se vuelve bulímico. Es decir, come y entonces escupe la comida otra vez. Aquí se muestra un conflicto interno entre marcharse y quedarse. Cuando una joven o una mujer no ha conseguido del todo despedirse de la anorexia, entonces come. Con ello se dice internamente: “me quedo”. Pero entonces expulsa la comida otra vez diciéndose internamente: “me voy”. La solución es que la joven o la mujer, cuando quiere volver a vomitar la comida, diga interiormente a su padre: “me quedo”

Junto a la bulimia se da también otra dinámica. Por ejemplo, cuando la madre le dice al hijo:

“lo que viene de tu padre no tiene ningún valor, debes tomar sólo de mi.” Entonces el hijo coge la comida de la madre, por lealtad hacia ella, y la vomita, por lealtad hacia el padre.

Este tipo de bulimia se curará cuando el hijo tome la comida de los dos padres, sobre todo del padre.

Bert Hellinger

Análisis transaccional como base de las constelaciones familiares

¿Por qué es importante el Análisis Transaccional para la comprensión de las Nuevas Constelaciones Familiares?.
Quería presentar el AT y, sobre todo, explicar por qué el Instituto de Constelaciones Familiares le da tanta importancia.
AT es una teoría sobre la estructura de la persona y sobre sus relaciones con los demás, extremadamente clave y eficaz y abarcadora de todo lo que hasta hoy se conoce.
Recibió esta información Eric Berne, en los años 50 o un poco antes.
Bert Hellinger, cuando dejó de ser sacerdote, se formó en AT entre otras muchas formaciones.
Durante años, su formación fue con AT y allí es donde empezó a intuir el papel de las generaciones anteriores, el papel inconsciente de relaciones con el pasado en la vida de las personas. Y , de hecho, empezó a intuir las Constelaciones.
Bert Hellinger tiene tan integrado el AT que no lo nombra, pero una vez que uno estudia AT, lo ve continuamente, en transparencia.
El mérito del AT es que nos hace ver de un modo sencillo el motor de nuestras actitudes en la vida cotidiana. Vemos, sentimos, sabemos…si estoy en el Adulto, en el Niño o en el Padre o perpetrador. Sé cómo descubrir en qué actitud estoy, sé cómo cambiar de actitud, de ánimo. Nos va a explicar también, cómo en las relaciones la respuesta del otro está inducida por mi actitud.
Quiere decir que yo provoco el tipo de respuesta que va a tener el otro. Quiere decir que en todas las relaciones de a dos, en esas transacciones, los dos son responsables de lo que se va a producir, al 50%.
Eric Berne ha hecho un estudio muy útil, eficaz y profundo de lo que son las relaciones y podemos entender inmediatamente porqué suelo provocar ese tipo de reacción o porqué tal persona me provoca un estado de ánimo X. Y, además de comprenderlo, inmediatamente, cambia esa realidad.
También vamos a ver cómo las personas muestran su reconocimiento a los demás, se dan caricias, las reciben. En qué medida somos capaces de recibir un regalo que nos hace el otro?…y esa capacidad depende de cómo yo haya vivido mi infancia, de cómo yo haya vivido esas relaciones con mis padres, con la vida.
Nos va a hablar, también, de qué es lo primero en mi vida. Estoy en el aislamiento?, en el deseo de asegurar mi pertenencia?, en la actividad?, en la manipulación?…
El A.T. es una teoría. Luego, cada analista trata de buscar cómo, qué tipo de ejercicios hacer, para profundizar o para sanar.
En Insconsfa, nosotros usamos en todo momento las Constelaciones, con lo cual podemos ver todas las intrincaciones que hay detrás de cada limitación.
Si uno está mucho en el aislamiento, pues está con excluídos. Si uno está muy atrapado por el “estado Niño”, estará intrincado con un ancestro muerto joven o con una víctima. Y, precisamente, al constelar esas visiones que nos da el A.T. , el estado niño, el aislamiento, el manipular…el hecho de constatarlo, lo transforma, lo libera.
Vamos a ver el guión de vida; ese guión de vida del que Bert Hellinger habla últimamente. Es un gran concepto elaborado por Eric Berne, que pudo observar que antes de los cinco años, más o menos, habíamos tomado todas las decisiones de nuestra vida…TODAS…
Es bastante sorprendente, pero luego, cuando lo trabajamos nos damos cuenta que es así y todo el trabajo para llegar a la autosanación es liberarnos de esas decisiones precoces y tan infantiles que todos hemos tomado. Entonces, allí, el A.T. nos explica cómo hemos elaborado ese guión…los mandatos de nuestros padres, los permisos que nos han podido dar, las reacciones del hijo frente a un tipo de padre u otro (padre o madre, es lo mismo).
Después nos muestra cómo son las emociones; y, para mí, lo más grande del A.T. con respecto a las emociones es haber podido observar la diferencia entre emoción primaria y emoción secundaria.
Entonces, cómo se distingue una emoción primaria de una emoción secundaria?, cómo se puede pasar de una emoción secundaria a la emoción primaria reprimida, oculta; reprimida por peligrosa o por miedo a que los padres se enfaden si la vivimos.
Todo eso es lo que nos aporta, muy concretamente, el A.T.

Brigitte Champetier

La medida del amor

 

No es cosa rara que se den dificultades con el amor. Una de ellas es que existe la idea que el amor tiene poder. Que, por ejemplo, gracias al amor se puede alterar un destino. Esta idea es presuntuosa. En lugar de servir la vida, con frecuencia se opone a ella.
Lo apoyaré con un ejemplo sencillo. ¿Cómo les va a niños cuyos padres se preocupan por ellos? ¿A estos niños, les va mejor o peor? ¿Tienen más o menos fuerza para vivir? Muchos padres piensan que se preocupan por sus hijos porque los aman. Pero si los padres renuncian al poder del amor con el cual se sienten el derecho de interferir en la vida de sus hijos, los niños pueden al fin respirar. Por lo tanto, miramos al amor que sirve la vida en vez de poner la mirada en lo que está cerca y que nos preocupa, y miramos hacia algo más grande.
Una vez estuvo conmigo una madre con su hijo de 5 meses. Se sentó al lado mío, apretando el niño en sus brazos. Le dije: “mira una vez por encima del hijo, a lo lejos”. Eso hizo, miró a lo lejos. Y de repente el niño de 5 meses, suspiró profundamente. Se giró hacia mí y me sonrió.
Quiere decir que el amor tiene una medida. No sólo los padres pierden a veces la medida del amor. Los niños sobre todo la pierden. No la conocen. Entonces se hacen cargo de algo en lugar de sus padres, porque piensan de esta manera salvar a sus padres. Esto es una idea increíble. Pero así son los niños.
Y tiene que ver con que el niño no conoce un orden esencial del amor, o sea que los que están antes tienen la precedencia sobre los que vienen después. Quiere decir que los padres preceden a los niños, el primogénito precede al segundo etc. Existe también un orden de origen. Este orden de origen prohíbe que un niño se preocupe por sus padres o los quiera salvar.
Existen dos dinámicas de fondo en el amor, el amor ciego, que en los niños se opone a la vida. La primera es que un niño que ha perdido muy pronto a uno de sus padres o de sus hermanos, le dice:”yo te sigo”. A menudo por ejemplo, un mellizo quiere seguir a su hermano o hermana en la muerte. Eso es amor, pero un amor que hace peligrar la vida. No es un amor que permite lograr la vida.
Luego se da una prolongación de esta dinámica, cuando el niño percibe que uno de sus padres se quiere ir o morir. Este mismo padre frecuentemente se encuentra en la dinámica de “yo te sigo” y quiere irse o morir. Entonces en su interior el niño dice:” yo en tu lugar”. Esto también es amor, pero un amor que lleva a la muerte.
Aquí corresponde que honremos el destino de cada cual tal y como es, sin interferir, incluso sin tener el deseo de interferir. Esto es otro amor completamente distinto. Es un amor sabio y tiene fuerza. Sabe respetar cierta distancia y dejar que el otro viva su destino así como le viene. También deja que nuestro propio destino de desarrolle sin la presión de preocupaciones exageradas para cambiarlo.
Así vemos que el amor grande, el que sirve la vida, nos exige algo. Nos exige más que todo renunciar al poder.

Relación entre la madre y el dinero

Mother giving money for her daughter as financial support.

¿Cuál de los ordenes del Amor secreto, hemos visto aquí? Un orden del Amor que no fue tenido en cuenta, ni respetado. Había alguien que había quedado excluido del lado de la madre.

¿Quién?, no lo sabemos, quizá una pareja anterior de su marido, también puede ser otra persona, no lo sabemos, ni tampoco necesitamos saberlo. Ella en la empresa ocupaba el rol de la persona excluida. La persona excluida era la más importante, ella ocupaba el primer lugar pero no se lo daban. La empleada también se comportaba como si ocupara el primer lugar, así te comportabas. Lo dejamos aquí.

Lo que hemos visto hoy por ahora, se trata solo de unas pocas leyes. No es nada complicado, es algo fundamental y eso va en consonancia con la Hellinger Sciencia. Es decir, que esas comprensiones que yo he tenido, son una ciencia, una ciencia exacta, universal, que siempre vale y que no es posible no tener en cuenta, parecido a la fuerza de gravedad que siempre está vigente; aquel que piense que podría no tenerla en cuenta se cae de bruces. Y de manera parecida con las empresas. Si no se respetan estas leyes hay un efecto inmediato.

Hay una ley importante. El fundador de una empresa nunca puede ser reemplazado. Si uno intenta hacerlo, la empresa está en riesgo. Tampoco puede estar nadie al mismo nivel que él.

Un ejemplo generalizado: Digamos que cuatro médicos fundaron juntos un consultorio. Ellos son los fundadores. Y ahora quiere agregarse un quinto médico. ¿Puede agregarse?, si se agrega pone en riesgo el consultorio. Solo puede ser empleado en una posición inferior, nunca puede estar al mismo nivel. Ustedes fíjense cómo funciona esto así en conjunto, cuando alguien se agrega y es colocado al mismo nivel. Cuando uno sabe esto es mucho el esfuerzo y el dinero que uno se ahorra. Y así uno garantiza su propio éxito.

La primera vez que comprendí esto, fue cuando vino un asesor a verme a mi consulta, eran dos hombres y una mujer y tenían problemas, le pregunté ¿quién fundó la empresa? Nosotros la creamos y la fundamos, la mujer era colaboradora y porque era muy capaz le ofrecimos parte de la sociedad. Yo le llamé la atención sobre eso. La mujer solo puede ser empleada, jamás puede colocarse en el mismo nivel. Después de cuatro semanas me llamaron por teléfono para verme de nuevo ya que seguían con dificultades. Les dije no. Ya dije todo.

Esas leyes hay que tenerlas en cuenta, eso es el orden jerárquico. Al transgredir esos órdenes en la jerarquía hay efectos muy grandes, consecuencias importantes.

Bert Hellinger

El trabajo, los padres y el éxito

Los órdenes del amor en la profesión y en el éxito en realidad son evidentes, solo que los olvidamos con mucha facilidad.

¿Qué es el trabajo? El trabajo es llevar a la práctica la vida. Vivir significa trabajar. Sin trabajo no hay vida. A través de nuestro trabajo la vida continúa, pero olvidamos de dónde provienen estas leyes y las leyes del amor.

Cuando nuestros padres nos dieron la vida a través de su amor, eso era trabajo, trabajo duro, exigió lo máximo, sobre todo de nuestra madre cuando nos dio la vida. Nosotros recibimos la vida a través del trabajo con amor de nuestros padres. Y por eso se manifiesta un orden. Los padres a través de su trabajo nos dan y nosotros tomamos el fruto de su trabajo. No solamente nos dieron la vida, durante muchos años trabajaron duramente para mantenernos con vida, para capacitarnos para la vida independiente.

Y si tomamos así lo que ellos trabajaron, más adelante lo transmitiremos trabajando nosotros también. Entonces ahora hay un orden. Únicamente podemos transmitir aquello que antes tomamos y así comienza también el éxito en el trabajo. Comenzamos tomando en primer lugar de nuestra madre y junto con ella de nuestro padre.

Hemos hecho una observación muy sencilla, aquel que tiene éxito en su trabajo, que hace su trabajo con alegría, está unido a su madre con amor; con amor tomó aquello que la madre regaló y de la misma manera lo tomó de su padre.

Y a la inversa hemos observado, el que no tiene éxito en su trabajo, al que no le gusta su trabajo y que solo hace lo necesario, no tiene éxito en su trabajo y se vuelve pobre porque no tomó y tampoco puede dar.

En realidad ya lo dije todo. Pero quisiera poner esto en un contexto mayor.

Aquel que a través de su trabajo adquiere algo y lo transmite, se comporta como una madre. Aquel que tiene una empresa, una empresa exitosa, ¿cómo se comporta? Como una madre, posibilita que muchos tengan vida; aquellos que están empleados en su empresa, a través de esa firma ganan el dinero que necesitan para alimentar a su familia. Y un gran empresario que sabe esto, se siente responsable por muchas personas como una madre por sus hijos.

Y aquellos que reciben todo eso de él, a través de su trabajo, en su alma ven en él a la madre y al padre. Por eso ellos frente al empresario se comportan también como los hijos frente a la madre, no con sensación como hijos, porque son adultos, pero desde el respeto; ellos respetan que él los mantenga vivos y dan lo mejor que pueden en esa empresa, para que muchos puedan recibir el éxito y mantenerse en vida. Lo vemos en muchas empresas que muchos colaboradores se sienten unidos con la dirección de la empresa, solidarios con ella y entonces están en orden.

Pero si alguien rechaza a empresa, o a su jefe ¿cómo trabaja él? Y ¿qué ocurre con él? Después de un tiempo pierde su puesto de trabajo. Porque no tiene respeto. Pero si lo miramos más detalladamente y aquí en este curso lo vamos a ver, aquel que se comporta de esa manera está separado de su madre, se demuestra que de la misma manera también rechaza a su madre y a su padre.

Entonces, ¿dónde comienza el éxito? Con el respeto y el amor hacia nuestra madre y nuestro padre. Y el que está vinculado así, tiene alegría cuando trabaja.

Y hay algo más que observamos. Allí donde el amor está en orden hacia nuestros padres, cuando somos agradecidos y tomamos aquello que nos regalan, eso se puede notar en el rostro, se ve de inmediato. Aquel que está en sintonía con su madre tiene un rostro radiante; y algo más: muchas personas lo aman, y cuando él da algo en su trabajo los demás lo toman con ganas. Es decir, el orden comienza muy tempranamente.

Bert Hellinger

Biografía de Bert Hellinger

Bert Hellinger nace en Leimen, Baden-Württemberg, en Alemania el 16 de diciembre de 1925, en el seno de una familia católica muy ilustrada. Tenía un hermano mayor. Él considera a sus padres y a sus primeros años en casa como la primera y principal influencia en todo su trabajo. Una fe muy personal y una gran cultura alejaron a su familia de las creencias del Nacional Socialismo. Debido a sus repetidas ausencias a las reuniones de la organización de Hitler para la juventud y su participación en una organización ilegal católica, Bert Hellinger estaba vigilado por la Gestapo y fue clasificado como «Sospechoso de ser un enemigo del pueblo”. No fue arrestado gracias a que muy pronto, a los 17 años, fue reclutado por las fuerzas armadas. Vivió la realidad del combate durante un año, luego fue prisionero de guerra en un campo americano de prisioneros en Bélgica. Experimentó la dureza de la venganza ejercida sobre los presos. Al año se escapó y consiguió volver clandestinamente a su casa al cabo de meses de huida. Su madre, que estaba esperando al otro hermano,  al abrirle la puerta le dijo: ¡Ah, eres tú! Su hermano había desaparecido para siempre, engullido por la guerra en la terrible batalla de Stalingrado.

La segunda influencia importante es que, ya en su niñez, con certeza, deseaba ser sacerdote. Sus padres accedieron a que, con diez años, ingresará en un seminario para jóvenes.  A los 20 años, en 1945, inmediatamente después de escapar del campo de prisionero, entró en una orden religiosa católica y empezó un nuevo y largo proceso de purificación silenciosa de cuerpo, mente y espíritu; estudiando, contemplando y meditando.

Estudió Filosofía y Teología en la Universidad de Würzburg en Alemania (1947-1951) y Pedagogía. Decide terminar sus estudios en Sudáfrica para empezar a ejercer su vocación como misionero entre los Zulúes. Obtiene el grado de B.A. en la Facultad de Artes de la Universidad Natal de Sudáfrica (1953-1954). Estudió un año más en la Universidad de Sudáfrica donde obtuvo un grado académico en Educación Universitaria.

Sus 16 años de convivencia con la cultura Zulú también dejaron huellas profundas en su trabajo de Constelaciones Familiares. Allí dirigió un gran internado donde era profesor al mismo tiempo que cura de una parroquia. Comenta con satisfacción que el 13% de todos los negros sudafricanos que eran universitarios en Sudáfrica en esa época, habían sido estudiantes de su escuela misionera. Aprendió la lengua Zulú lo suficiente como para dar clases y dirigir el internado.

El respeto a los mayores que había aprendido en su familia se vio confirmado por la cultura Zulú. Gracias a su convivencia con varias culturas, la suya, la del poder “blanco” de Sudáfrica y la de sus alumnos Zulúes aprende a relativizar los valores culturales y extraer lo esencial para las relaciones humanas y su dignidad.

Observó que muchos de los rituales Zulú y sus costumbres tenían una estructura y una función similar a los elementos de la misa católica, que honraban las experiencias humanas más significativas. De esos años quedó la comprensión de ideas fundamentales: “Hay diferentes maneras equivalentes de hacer las cosas”, y “Lo Sagrado es omnipresente”. Por ejemplo, consiguió integrar la música Zulú y su ritual dentro de la misa.  Podemos resaltar su actitud constante de insumisión a los dogmas y reglas que no respetaran la dignidad de los estudiantes y sus familias y su práctica de los Órdenes del Amor, más de treinta años antes de darles nombre. Ahí también, aprendió la necesidad fundamental de los seres humanos de alinearse con las fuerzas de la naturaleza.

Otra influencia importante fue su participación en un curso inter-racial y ecuménico de dinámica de grupo, dirigido por Clérigos Anglicanos. Ellos trajeron de América una nueva forma de trabajar en grupos, la Dinámica de Grupo, que valoraba el dialogo, la fenomenología y las experiencias individuales humanas. Bert Hellinger experimentó por primera vez la grandeza de la fenomenología aplicada a una nueva dimensión de cómo cuidar de las almas.

Otro hito en la orientación de su misión se debió precisamente a una de las sesiones de dinámica de grupos. Uno de los instructores le preguntó en el grupo, «¿Qué es más importante para ti, tus ideales o la gente? ¿Cuál sacrificarías?» Este ponente les pidió que se hiciesen todos esta pregunta y esperasen al día siguiente para dar su respuesta. Bert  se pasó la noche sin dormir. Hoy dice: «Le fui muy agradecido por haberme hecho esa pregunta. De alguna forma esta pregunta cambió mi vida. Pues esa orientación fundamental hacia los hombres ha dirigido todo mi trabajo desde entonces. Una excelente pregunta digna de todo.»

En una estancia en Alemania, descubre la Gestalt y es el primer cliente de la “Silla caliente”. Explica que gracias a este ejercicio descubrió que el sacerdocio para él había terminado. Entonces decidió esperar, sin prisa, que fuese el momento oportuno de dejar la orden religiosa. Describe cómo gradualmente se dio cuenta de que ser sacerdote no era la expresión más apropiada para su crecimiento interno. Así, en 1970, a los 45 años, consiguió despedirse de 25 años  de compromiso, en paz y de común y amistoso acuerdo.

Volvió a Alemania y empezó su formación psicoanalítica en Viena, Austria.

Conoció a su primera esposa, Herta, psicóloga y ex monja como él. No tuvieron hijos.

El Psicoanálisis fue entonces una influencia importante. Así como lo hacía con todo, se metió de lleno en su estudio psicoanalítico, leyendo la obra completa de Freud y mucha literatura relevante. Pero cuando su instructor le dio una copia del “Grito primal” de Janov que le descubre el trabajo terapéutico a través del cuerpo, se dio cuenta de que un libro no era suficiente y que necesitaba conocer personalmente a Janov y experimentar su terapia del grito primal.

Visitó a Janov en los Estados Unidos, en Los Ángeles, California, y en Denver, Colorado. Se quedó nueve meses para terminar un entrenamiento completo. Cuando volvió a Alemania, la comunidad psicoanalítica de Viena no vio con buenos ojos su praxis de incluir una terapia con enfoque corporal “el grito primal” al psicoanálisis de sus clientes. Y de nuevo se preguntó: “¿Qué es más importante, lealtad a un grupo o el amor a la verdad o a la pregunta?”  El amor a preguntar con libertad ganó, y una separación del Psicoanálisis se hizo inevitable, aun así recibió el título de Psicoanalista, aunque no del instituto de Viena.

La eficacia que consiguió con la psicoterapia con enfoque corporal le orientó profundamente y lo corporal se transformó en un elemento decisivo  de sus terapias fenomenológicas.

Entonces, él y su mujer decidieron ir a vivir a Estados Unidos, donde el mundo terapéutico estaba en plena efervescencia.

Muchas escuelas terapéuticas tuvieron una gran influencia en el trabajo de la pareja.

Se habían especializado en Gestalt con Ruth Cohn e Hilarion Petzold.

Conoció a Fanita English durante este periodo, y a través de ella y con el trabajo de Eric Berne, se introdujeron en el Análisis Transaccional. Su trabajo con el análisis de « guiones » le permitió descubrir que algunos de esos guiones pasan de generación en generación y se manifiestan en las familias. Entonces les dio un enfoque sistémico, viendo que los guiones que actúan en las personas se disuelven junto con la identificación que los promueven.

Junto con su esposa Herta, integró lo que él ya había aprendido de la Dinámica de Grupo y el Psicoanálisis con la Terapia Gestalt, Terapia Primal y Análisis Transaccional.

La pareja se formó a las diferentes terapias breves del momento y sus intervenciones eran cada vez más certeras y breves.

Se acercaron a las formaciones en terapias sistémicas familiares. El libro de Ivan Boszormenyi-Nagy – Invisible Bonds (Vínculos Invisibles), su reconocimiento de las lealtades ocultas y su necesidad de mantener un equilibrio entre dar y tomar en familias, les impàctó.

Se capacitaron en Terapia Familiar con Ruth McClendon y Leslie Kadis. Ahí fue donde por primera vez conocieron las constelaciones familiares. «Yo estaba muy impresionado por su trabajo, pero no podía entenderlo. Sin embargo, decidí que yo quería trabajar sistémicamente. Después empecé a pensar en el trabajo que había estado haciendo y me dije, también es bueno. No voy a renunciar a eso antes de que realmente haya entendido la Terapia Sistémica Familiar. Así que seguí haciendo lo que había hecho. Un año después pensé de nuevo en eso, y me sorprendí al descubrir que estaba trabajando ya de una manera sistémica.»

El leer el artículo de Jay Haley acerca de “El triangulo perverso” les permitió descubrir la importancia de la jerarquía y el orden en las familias. Continuaron el trabajo en la Terapia Familiar con Thea Schönfelder  y en Hipnoterapia y Programación Neurolingüística (PNL) con Milton Erickson, del que Bert tomó el uso de las historias en sus terapias. También se acercaron, con mucho provecho, a la Terapia Provocativa de Frank Farelly y  a la Terapia de Contención de Jirina Prekop.

Bert tiene la fuerza de lanzarse a situaciones totalmente nuevas y de sumergirse en ellas. Cuando ya domina algo, tiene que abrirse a otras cosas. Duda de todo y no acepta nada sin una verificación empírica previa del fenómeno.  Su insistencia en ver lo que realmente es, combinada con la constante lealtad y confianza en su sensación interna, el dolor físico que le provoca lo “falso” y la fuerza que le da lo real, le guían con seguridad.

Su compañero filosófico en este “largo camino” ha sido Martin Heidegger: la búsqueda profunda de Heidegger por las verdaderas palabras que resuenan en el alma, tiene su correspondencia cuando los clientes tienen que decir frases en las constelaciones que anuncian el cambio para algo mejor, señalando el flujo renovado del amor. Otros compañeros son la poesía y la música. Es importante reseñar su vibración con Rilke y su devoción por la ópera de Wagner.

Sus comprensiones y su libertad de pensamiento le permiten descubrir la riqueza de la formula de representar al sistema familiar por otras personas, técnica que estaba ya en uso cuando la empezó a practicar (Jodorowski padre ya utilizaba la representación desde los años 1930) pero que sólo él fue entendiendo el significado profundo de esta representación.

Gracias a su percepción fenomenológica, va tomando conciencia de lo que hay detrás de la realidad aparente, detrás de los conflictos y del sufrimiento, detrás de la paz y de la felicidad. Trabaja en y con los campos morfogenéticos, descubriendo las leyes sistémicas del amor, «los órdenes del amor», el papel de la conciencia moral, la dinámica profunda del movimiento sanador.

Su método está en continua evolución.

A partir de 1999, gracias a su observación fenomenológica descubrió el movimiento del alma o movimiento inherente al campo en busca de su homeostasis, movimiento que se manifiesta a través del inconsciente, del lenguaje corporal y de los efectos que tiene en nuestras vidas. También descubre que los representantes son movidos por una fuerza de reconciliación al servicio de la sanación del cliente.

De vuelta a Alemania con su primera mujer donde trabajan juntos durante varios años, conoce a Marie Sophie, con quien se casa unos años mas tarde. La vida y la visión de Bert toman entonces un nuevo vuelo: acepta escribir, empieza a viajar, inicia formaciones, tiene la comprensión del movimiento del alma, del significado de la conciencia moral y del orden del amor de la Pertenencia (hasta entonces, él pensaba que todos pertenecían menos los asesinos y los que habían abandonado a sus hijos, a partir de ahora, 2002-2003, todos sin excepción pertenecen, la conciencia moral y sus juicios son la manifestación de nuestra energía asesina), y paralelamente del movimiento del espíritu, sus constelaciones dejan de ser psicoterapias y devienen en una herramienta al servicio de la vida, reflejo de su filosofía.

Uno de sus mayores descubrimientos ha sido entender el rol de la conciencia moral.

Este descubrimiento es tan desestabilizador que estuvo varios años estudiándolo, para obtener la seguridad de su comprensión, observando una y otra vez la presencia de la buena conciencia detrás de los conflictos y agresiones, tanto entre individuos como entre grupos y países, antes de sacar a la luz sus conclusiones. Descubrió que la buena conciencia es un órgano fisiológico que sirve de cemento social, evitando las singularidades, separaciones y tomas de autonomía. Uno tiene mala conciencia cada vez que actúa de forma independiente de alguien o de un grupo, por lo contrario siente buena conciencia siempre que refuerza su pertenencia, un vínculo, bien sea de amistad, amor o solidaridad.

De hecho, observó que usamos la justificación moral «estoy en mi derecho» «es mi deber» «eso es bueno, lo otro es malo» cada vez que estamos actuando sin amor con alguien, o sea cada vez que hacemos daño a alguien…

Hacia 2003, Bert distingue entre movimiento del alma y movimiento del espíritu. Los movimientos del alma serían los movimientos de la conciencia, de lo que crea las intrincaciones y compensaciones arcaicas. Mientras que el movimiento del espíritu es la conexión con una energía en movimiento, una energía de amor que procede de fuera, de más allá de lo sistémico y que hace fluir la fuerza sanadora en la Constelación. De ahí nacen las Constelaciones del Espíritu o Nuevas Constelaciones, como le gusta a Bert llamarlas. Son constelaciones en las que el constelador conecta con algo más grande y deja hacer. La eficacia es cada vez mayor y más global.

En 2005 elabora un nuevo corpus científico «la Hellinger Sciencia».

Es la ciencia de la organización de la vida humana, fruto de complejas intrincaciones, solapamientos y fidelidades, siempre movidas por el amor, resultado de las fuerzas sistémicas del Campo. Al Campo pertenecemos todos por igual, vivos y muertos, conocidos y desconocidos. Tal como lo explica la física cuántica, todos estamos interconectados.

La Hellinger Sciencia descubre y describe los principios sistémicos, que tienen prioridad sobre el amor, para que fluya el éxito en todos los campos de la vida.

«La Hellinger Sciencia lleva consigo una dimensión suplementaria, la dimensión espiritual que nos empuja más allá de los conocimientos directamente comprensibles respecto a los órdenes y desórdenes en nuestras relaciones. Únicamente a través de aquella dimensión se puede percibir su sentido universal y los efectos que de ella emanan en todos los ámbitos de la existencia.

¿Qué es este conocimiento del espíritu y cuáles son sus dimensiones? La observación es la herramienta para descubrirlo y detectar sus efectos: nada de lo que existe se mueve por sí solo. Todo es movido por algo que viene de más lejos. Aún si aparentemente algo se mueve por iniciativa propia, al igual de todo lo que vive, su movimiento no puede originarse en sí mismo. Cada movimiento, tratándose de todos los seres vivos, se inicia en un movimiento de afuera y sigue movido por él ininterrumpidamente a lo largo de lo que dure su vida.

Algo más pide un instante de reflexión.

Cada movimiento, sobre todo cada movimiento vivo, es un movimiento consciente. Esto presupone una conciencia presente dentro de aquella fuerza que lo mueve todo. En otros términos: cada movimiento es un movimiento intencional. El movimiento se mueve por ser así la intención de aquella fuerza, obedeciendo a cómo esta fuerza lo requiere.

¿Entonces, qué hay en el origen de todo movimiento?

Un pensar, que lo piensa todo tal como es

Revista Hellinger marzo 2007

En ese pensar está el origen de toda sanación.

Y reconocer las cosas como son, asentir a todo como es,  permiten sintonizar con ese pensar y su fuerza sanadora.

Sus observaciones fenomenológicas, por ejemplo sobre la relación terapéutica y la contra transferencia, aportan mucha luz y eficacia a la psicoterapia, a la vez que desestabilizan y levantan polémica: pronto le echan de la Asociación Internacional de la Gestalt, los psicoterapeutas y psicoanalistas  le temen, es excluido de la intelligentsia europea…

Las Constelaciones Familiares se han extendido por el mundo entero, a la vez que Hellinger siguió evolucionando, alcanzando nuevas tomas de conciencia y constelando de un modo cada vez más sobrio y potente.

En sus talleres, el deseo de Hellinger es transmitir sus conocimientos sobre la herencia familiar, el amor, la felicidad, la paz, la salud y el éxito en los distintos campos de la vida. Su anhelo es que las «nuevas Constelaciones familiares», basadas en la sintonía con la vida como es y la entrega del terapeuta a algo más grande, expandan  su ámbito de sanación, pacificación y crecimiento.

En diciembre 2010 Bert Hellinger celebra su 85 cumpleaños al término de un entrenamiento internacional en Badreichenhall, Alemania.  En la comida homenaje, Bert estaba sentado con Herta a su izquierda y Sophie a su derecha. Era la primera vez que aparecía en público su primera mujer desde que se había casado con Sophie. Unos mese más tarde en la Ciudad de México, anunció, en el entrenamiento internacional que dirigía bajos los auspicios del CUDEC, que cedía la dirección de las Constelaciones Familiares a su esposa Sophie.

Desde entonces interviene cada vez menos, respetando la nueva orientación que Sophie imprime a las Constelaciones Familiares.

Sin embargo son de señalar dos momentos en los que resurgió el Gran Hellinger, deseando, con vehemencia, abrirnos a otra dimensión, para que dejemos de practicar las constelaciones primeras y nos entreguemos a las nuevas constelaciones. Uno fue en 2013 y otro en 2016. En 2013, durante unos meses, vuelve a mostrar la conexión de las nuevas constelaciones, a las que llama constelaciones Mediales, con otro nivel.

En 2016, en Viena, en un entrenamiento a las nuevas constelaciones, una meditación nos muestra a donde nos lleva de nuevo durante ese año: Cerrad los ojos. Miramos una situación específica en nuestro trabajo de constelaciones. Sin intención, simplemente dejándonos llevar con amor hacia otra dimensión.

Hellinger ha penetrado, con rigor, en el campo del conocimiento, lo que le permite elaborar una nueva filosofía y una nueva visión coherente de todos los aspectos de la vida. Entre ellos, una nueva visión sobre la felicidad, el éxito, el amor. La era renacentista del Individuo, solo frente a su destino, frente a sus decisiones individuales y su «cogito ergo sum» han muerto; está naciendo – desde principios del siglo XX – la era del Campo, que se llame cuántico, morfogenético, sistémico, Conciencia familiar o Conciencia del espíritu.

El campo creado por Bert Hellinger no cesa de crecer y enriquecerse. La fuerza de la resonancia mórfica orienta a miles de consteladores, aparentemente desconectados los unos de los otros, hacia una misma dirección al servicio de la vida.

Bert Hellinger ha escrito 64 libros traducidos a 25 idiomas.

 

El círculo
“Después cuenta que lo que hicimos en el tiempo,
Con el tiempo se nos escapa,
Como si perteneciera a otro tiempo.
Donde creíamos actuar,
Tan sólo éramos levantados como una herramienta,
Usados para algo que va más allá de nosotros,
Y luego, puestos a un lado de nuevo.
La despedida nos encuentra concluidos.

 

Justo cuando la fruta madura cae, suelta aquello que sirve al futuro. Cuando la saboreamos tal vez olvidamos que sólo es la cáscara que rodea aquello que sigue teniendo un efecto. Y así en ella se condensa aquello que fue antes y aquello que aún está por venir.”

 

Brigitte Champetier de Ribes